La sátira y el humor fallero

Una de las características de las fallas más conocida y a la vez más escasa es la sátira. En efecto, hoy en día la sátira (es decir, la crítica hacia algo o alguien en forma de burla) es relativamente poca en comparación con otros tipos de humor que se pueden encontrar en las fallas. La razón de ello es que, a pesar de que la falla nació con ella, a los poderes públicos no les solía hacer gracia y por ello las han intentado minimizar a lo largo de la historia; además, los premios al monumento fomentan la calidad artística sobre la sátira, convirtiendo muchas veces a ésta en “humor blanco” (o sea, el que no molesta a nadie, o al menos eso se pretende).

Juan Carlos I en la falla de Na Jordana de 2011

Mira por donde, las fallas más satíricas no son las más conocidas, o sea, las de la sección especial (dicho de otra manera, las más caras y grandes). Éstas suelen sacrificar el atrevimiento de la crítica a cambio de tener más oportunidades de conseguir el prestigio que da un primer premio. No obstante, a veces se ven honrosas excepciones como la falla de Na Jordana de 2011, que figuró mandar al purgatorio a políticos y al Rey Juan Carlos I (incluso aparecía Francisco Camps, presidente de la Generalitat Valenciana por entonces, en la cárcel), y la falla del Pilar de 2014, que aunque con menos crudeza, algunas escenas fueron muy directas ridiculizando escándalos de corrupción política nacional.

Cuando la sátira aparece en monumentos más modestos, suele ser más agresiva y no tiene problemas en tratar temas locales, nacionales o internacionales. Por ejemplo, en la falla plantada por García Morato-Yecla de 2009 se presenta a las fallas experimentales como “excrementales”, y en la de Cádiz-Cura Femenia de 2011 se ve al osito de Cajamadrid violando a una Bancaja representada por una cabra, en alusión al perjuicio que supuso para esta última la fusión con la primera. Muchas de ellas pasan desapercibidas para el visitante salvo que se las tope de camino a una de sección especial, ya que no figuran en la mayoría de las guías fallas, pero vale la pena buscarlas en las recomendaciones de la publicación El Turista Fallero o en Internet porque son buenas muestras de la falla satírica actual.

Falla Cádiz-Cura Femenía 2011: crítica a Cajamadrid y Bancaja

Falla García Morato-Yecla de 2009

En cualquier caso, el humor suele estar presente en la gran mayoría de fallas de las más diversas formas. Una de las más exitosas es jugar con una palabra o serie de palabras para hacer múltiples chistes con ella, que es en lo que se basó la famosa falla de lema Camas plantada en Blanquerías en 1994, en la cual múltiples camas representaban de manera divertida conceptos como “Cama-sutra” y “cama-feo”. También es muy común la caricatura en ninots que representan a personajes famosos (son incontables las veces que se ha representado a Rita Barberá, Belén Esteban, Michael Jackson y presidentes del gobierno y autonómicos varios), así como las parodias de temas de actualidad como la corrupción política, el desempleo o los programas televisivos que haya en boga en cada momento. Precisamente por las malas noticias hay veces que el humor blanco se convierte en negro, ya que a través de las escenas se intenta sacar una sonrisa de golpes negativos de la vida cotidiana como la subida del IVA o los recortes en educación y sanidad.