El carácter satírico de las fallas y el hecho de que se quemen han supuesto alguna vez que la persona o entidad reflejada en las mismas se molestara. En estos casos los falleros suelen aguantar el tirón y ni se plantean modificar el monumento por mucho que se queje el retratado, pero en unos pocos casos en que se ha tocado el tema religioso, las protestas han llegado a tal punto (incluso a nivel internacional en algunas) que algún ninot ha tenido que esconderse, transformarse o incluso retirarse.
Uno de los casos más sonados de la historia de las Fallas fue el de los ninots del allatolah Jomeini en 1980. Ese año se plantaron varias fallas con la efigie de este líder político y espiritual de Irán, quien estaba muy de actualidad en aquella época porque el año anterior había convertido en república islámica este país. Por este hecho, algunas comisiones falleras recibieron amenazas de grupos iraníes, y el secretario general de la comunidad musulmana en España llegó a afirmar que quemar las efigies de Jomeini tendría graves consecuencias para las relaciones entre Irán y España. Incluso se dijo que hubo protestas formales del país islámico al gobierno español. Ante tal revuelo, la Falla Na Jordana decidió tapar el suyo con una capucha con un interrogante y algunos fueron retirados del monumento por si acaso, aunque otros se quemaron sin producirse ningún incidente diplomático. Sin embargo, la falla de Bailén-Xàtiva (conocida también como “Ferroviaria”), que incluso tenía en el remate a Jomeini, se plantó tal cual tenía previsto su artista José Pascual “Pepet” y así permaneció hasta su cremà. Durante la plantà el Ayuntamiento de València le aconsejó pintar la figura polémica de negro, pero él insistió en no hacerlo y la comisión tampoco la tapó.
En el siguiente vídeo de Cendra Digital se puede ver la Falla Na Jordana de 1980, que tenía movimiento, con el ninot de Jomeini tapado en el tiovivo:
Este es conflicto más destacable que se ha dado en las fallas con la religión islámica, ya que numerosas veces se representan en fallas personas de esta creencia y no ha pasado nada; eso sí, no suelen ser nadie en concreto, y menos Mahoma.
La religión católica tampoco ha escatimado en protestas. Es el caso de la que tuvo lugar en 2004, cuando la Falla Reina-Vicente Guillot presentó a la Exposición del Ninot un confesionario con Jesucristo en su interior. La Semana Santa Marinera de Valencia, que desarrolla su actividad precisamente en el barrio donde está dicha comisión fallera, exigió que se retirara porque lo consideraba una falta de sensibilidad hacia los creyentes católicos. Como respuesta, el artista fallero (que era Ernesto Mira) y la comisión aseguraron que no había ninguna intención de burla hacia la religión, pero finalmente los falleros decidieron quitar la figura de la Exposición del Ninot y no la llegaron a instalar en la falla. No obstante, una representación de Jesucristo sosteniendo al Papa Juan Pablo II que hubo ese mismo año en la Falla García Morato-Yecla, sí que se quemó y no produjo ninguna polémica.
En otra Exposición del Ninot, la de 2006, se produjo también polémica con la Iglesia. El grupo que presentó la Falla San Isidro representaba a tres monjas sorprendidas por un consolador, algo que Junta Central Fallera consideró indecoroso. Por este motivo, poco antes de inaugurar la exposición se le pidió al artista, Toni Fornes, que cambiara el juguete erótico por otro objeto que fue un cirio. Sin embargo, cuando las monjas se colocaron en su falla, volvieron a poner el consolador en su sitio.
Al año siguiente, a modo de “contraprotesta” por lo ocurrido a este grupo, Juanjo García llevó a la Exposición del Ninot uno donde eran tres cirios los que miraban a una monja:
Años después, otra figura sufrió las quejas de la Iglesia Católica en la Exposición del Ninot de 2018. Representaba al concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de Valencia, Pere Fuset, vestido de santo de una manera que recordaba a San Vicente e incluso levantando un dedo (aunque en este caso haciendo una peineta), por lo que el Capítulo de Caballeros Jurados de San Vicente Ferrer pidió al consistorio su retirada. Finalmente se negoció modificarlo, convirtiéndolo en un santo más anónimo (bueno, en realidad era “San Fuset Mártir”) y perdiendo parte de su gracia. El ninot pertenecía a la Falla Alameda-Avenida de Francia y lo realizó el artista Rafa Ibáñez.
Incluso el hinduismo tuvo sus más y sus menos con una falla. Fue en 2013 cuando la Falla Ceramista Ros-José María Mortes Lerma plantó su monumento Vells contes de la Índia, del artista Sergio Fandos, y las comunidades hindúes montaron en cólera porque en él aparecían algunos de sus dioses incluyendo a Shiva, el supremo, que estaba en el remate. La tensión fue tal que la polícia tuvo que custodiar la falla, a la cual se acercaban de vez en cuando personas de religión hindú para verla e incluso rezar ante ella. En efecto, el Templo Hindú-Sivananda Mandir y el Centro Cultural de la India no querían que se quemara la falla, posibilidad que se plantearon los falleros seriamente ante una inesperada y desagradable situación porque su objetivo no era ofender a nadie. Finalmente se llegó al acuerdo de eliminar cualquier referencia a la religión y donar la figura de Shiva al Templo Hindú de Valencia, a cambio de permitir la cremà. No obstante, el susto llegó hasta el último día porque a las 20.30 del 19 de marzo, un paquistaní intentó quemarse a lo bonzo delante de la falla tras haber rezado ante ella, cosa que evitó un fallero arrebatándole el bidón de gasolina.
Otro colectivo, el musulmán, protestó a la Falla Duc de Gaeta-Pobla de Farnals en la atípica semana fallera de septiembre de 2021. El motivo fue que en su catafalco grande aparecían una mezquita y una media luna con la palabra “Corán” en árabe, lo que motivó que la comunidad paquistaní de la Comunitat Valenciana se quejara. Finalmente, la comisión fallera y los musulmanes llegaron a un acuerdo amistoso, por el cual la primera le regalaba los elementos de la discordia a los musulmanes.
Tres años después, en la Exposición del Ninot de València de 2024, también hubo polémica con otra religión, esta vez la judía. La Falla Arrancapins llevó una construcción que protestaba contra la muerte de niños por parte del ejército de Israel en la guerra de Gaza, pero las asociaciones judías se quejaron porque opinaban que la estrella de David representa a la religión en general, y por tanto el ninot iba contra ellos. La comisión tuvo que añadir un cartel para explicar que no era así, que se refería solo al estado israelita.
En cualquier caso, la religión se sigue tratando año tras año en las Fallas y, aunque muchas veces aparece para ser criticada por algún asunto en concreto (en otros para ser exaltada), siempre se actúa sin malas intenciones y se intenta no ofender a ningún colectivo.
PARA SABER MÁS:
VV.AA. (1990): Historia de las Fallas. València, Levante-EMV.
PUIG SAFONT, QUINO (2016): “José Pascual Ibáñez ‘Pepet’. Falles amb raons d’equilibri”. Llibret Falla Barri d’Onda, Borriana.
“Intenta quemarse a lo bonzo ante la falla hindú de Ceramista Ros”. Levante-EMV, 19 de marzo de 2013.