Gala de cumpleaños a la grande tuvo la Falla Na Jordana ayer viernes, en la que sopló velitas por sus 75 años en un acto con muchos recuerdos y mucho espectáculo, como no podía ser menos.
Espectáculo y emotividad fueron los principales ingredientes de la gala que, ayer por la tarde en el Teatro Flumen, celebró la Falla Na Jordana para conmemorar su 75º cumpleaños. En efecto, en 2025 se cumplirán tres cuartos de siglo desde que se fundó la actual comisión en el año 1950, aunque desde finales del siglo XIX (1884 es la referencia más antigua encontrada) hubo otras que ocuparon su demarcación.
No fue fácil condensar los 75 años en tres horas (sin descanso, pero tampoco sin entretenimiento), pero la comisión del barrio del Carmen lo intentó haciendo referencia a los temas principales de su historia: la plaza de Na Jordana, las fallas que plantaron, la cultura y el espectáculo, sin olvidar a todos los presidentes que tuvo y a sus falleras mayores. Para hablar de todo ello echaron mano de las últimas tecnologías (hubo numerosos vídeos realizados con inteligencia artificial, que se usó para animar fotos antiguas y ninots, por ejemplo) pero también de la música tradicional en directo, el baile, los números musicales y de los números de teatro. Todo ello apoyado por abundante documentación fotográfica, tanto antigua como moderna, y con el hilo conductor que marcaba la comisión personificada en una mujer.
La ironía también se utilizó, principalmente para repasar la evolución de la comisión desde sus inicios a través de una parodia del No-Do. En él se exaltaban sus inicios como falla adaptada a la moral ultraconservadora del franquismo (como todas, porque no había otro remedio), para después criticar que se convirtiera en una comisión tolerante con la diversidad de las personas y con el erotismo explícito, demostrándolo con números musicales como Què bo ser un Freak o con la visita de la controvertida política y cantante Cicciolina en 1988.
Además, se proyectaron los testimonios de diversas personalidades de la cultura y el espectáculo como Santiago Grisolía, Andreu Buenafuente o Alaska, esta última recordando cuando fue fallera de honor de la comisión en 2001. Una canción de esta artista inspiró el número musical Mai no canviaré.
Más adelante se trató el tema de la creatividad en las fallas plantadas, apoyado por un breve coloquio con los artistas falleros Paco Pellicer, Miguel Santaeulalia y José Gallego. No podía faltar la referencia al teatro, que aparte de las más de cuarenta participaciones en el concurso de Junta Central Fallera, sirvió para revolucionar las presentaciones falleras cuando en 1977 interpretaron La milotxa, de Josep Alarte, convirtiendo el acto en un espectáculo y renunciando al desfile de falleras. Para ello también hubo una pequeña mesa redonda sobre la dimensión cultural y escénica donde participó el actor, autor y director de teatro Carles Alberola, director de algunas de las presentaciones. Sobre el cruce de tradición y modernidad fue el último coloquio, donde uno de los tres ponentes estaba el anterior concejal de Cultura Festiva Pere Fuset.
Durante el acto también hubo un reconocimiento a las mujeres que, en los primeros ejercicios de la comisión, formaban parte de ella aunque no estuvieran censadas. Y por supuesto también a todos los presidentes de la comisión fallera, que en realidad no han sido muchos: el primero fue Antonio Cuartero, sucediéndole Jesús Maroto, para pasar a después a Pere Borrego Galindo y finalmente al actual, su hijo Pere Borrego Pitarch. Asimismo, los dos gigantes donados por la comisión a la fiesta del Corpus, Vicentico y Carmeleta, cobraron vida en una escena teatral.
La parte más emotiva de la gala fue su final. Se recordaron los falleros y falleras ya fallecidos en un vídeo donde las imágenes cobraban vida gracias a la inteligencia artificial, falleros y falleras pincharon rosas en dos grandes corazones que sirvieron de decorado para la canción de Victòria Lorente (“El somni possible”), para después haber, gracias a la tecnología, un diálogo entre el presidente de la comisión, Pere Borrego Pitarch, y su padre. Tras ello, Borja Penalba, Noèlia Pérez y Josep Zapater interpretaron Rapsòdia del 75 aniversari.
A continuación subieron al escenario el resto de representantes de la comisión, las falleras mayores Daniela y Valentina Barona Sebastián, el presidente infantil Joan Cases Olmos, y la fallera mayor Iris Hernández Pérez. El cuadro de honor recibió a todas las falleras mayores de la historia de Na Jordana que estaban presentes, así como a varias falleras mayores de València (incluyendo la actual, Berta Peiró) y falleras mayores infantiles de València que habían acudido al acto. Con todas ellas en el escenario, falleras mayores y presidentes de Na Jordana soplaron las velas de la tarta del 75º aniversario. Y como colofón, hubo otro multitudinario número musical.
La fiesta terminó en el casal de la comisión, donde se sirvió un vino de honor y los asistentes se comieron la tarta del aniversario. Pero la celebración no acaba aquí, ya que hay más actos previstos para conmemorar la efeméride.