La IA, ¿herramienta o sustituto?

La inteligencia artificial, ¿ayuda al escritor y al diseñador o les sustituye? ¿Es realmente inteligente o es tonta? De ello se habló en los coloquios “Les Falles, a la Universitat” de la ADEF.

Les Falles a la Universitat (ADEF)
Ponentes de la segunda mesa de debate con la presentadora y el presidente de la ADEF.

La llegada de la inteligencia artificial al mundo fallero dio mucho que hablar en los debates de “Les Falles a la Universitat”, celebrados ayer y anteayer en la Facultad de Filología de la Universitat de València, según convocatoria de la Associació d’Estudis Fallers (ADEF).

En la primera sesión, celebrada el martes, se habló sobre esta innovación aplicada a comisiones y talleres de fallas. Los artistas Víctor Valero y Raúl Martínez “Chuky”, con Tono Herrero (jefe de diseño expositivo del Museu Valencià d’Etnologia) y Xelo Salavert (copresidenta de la Falla L’Antiga de Campanar), moderados por el periodista Fernando Morales, hablaron entre otras cosas de que es cierto que la inteligencia artificial hace plagios de lo que encuentra en su base de datos, pero en el caso de la construcción de fallas los refritos hace mucho tiempo que existen, por lo que tampoco sería nada nuevo.

En cuando a la segunda mesa de debate, que tuvo lugar ayer, habló de la IA en la creatividad plástica y literaria del mundo fallero. Luis Demano (ilustrador), Alba Fluixà (poeta), Hernán Mir (director de la revista Cendra y guionista de fallas) y Noemí Rodríguez (responsable del llibret de la Falla Castielfabib – Marqués de San Juan), con la moderación de la periodista Pepa Gómez, debatieron sobre el uso de la inteligencia artificial (en su modalidad generativa, la que “crea” contenidos) en los ámbitos literarios y gráficos de la fiesta, en especial dentro de los llibrets, la cartelería y los guiones de falla.

En sus presentaciones, los ponentes ya apuntaron que la gente en general no distingue los textos e imágenes producidos por la IA de los producidos por una persona, pero un experto sí. También se dijo que normalmente no se entiende y no se llega a controlar, y que se dedica a utilizar material protegido por derechos de autor para beneficiar a grandes empresas tecnológicas. Otro punto de vista afirmó que no es realmente inteligencia, porque no sabe decir que no, y que es artificial porque le falta humanidad. Por otro lado, se apuntó que la IA tiene un fuerte impacto ecológico por la enorme cantidad de recursos informáticos que utiliza. Por todo ello, estamos actualmente en un momento de incertidumbre en cuanto a ella.

A la pregunta de si queremos sustituir la inteligencia humana por la artificial, se contestó que depende de la edad de quien la use, ya que la gente más joven es más propensa a ello. De todas maneras se añadió que la IA es una tecnología de sustitución que sirve para ahorrar tiempo e incluso dinero, pero que sus resultados no son siempre de calidad, entre otras cosas porque está sesgada al alimentarse de bases de datos que no son neutrales. Por eso, para usarla correctamente es mejor entender cómo funciona, y así conseguir que sea una herramienta de ayuda útil.

Centrándose en el llibret de falla, se aceptó que puede servir para complementar el trabajo de elaborar un llibret, en el cual es más fácil que intervenga porque es una tarea poco profesionalizada. Ahora bien, su uso puede desincentivar a pagar por los contenidos (versos, artículos, etc.) a pesar de que el resultado no sea igual de bueno que el realizado por humanos. En cuanto al diseño gráfico, se da la circunstancia de que los diseñadores llevaban mucho tiempo pidiendo que se profesionalizara el concurso de la imagen de las fallas, y ahora que se consigue, con la IA se está desprofesionalizando.

No obstante, hay personas como Hernán Mir que no quieren que la inteligencia artificial intervenga en sus procesos creativos. Pero reconoce que para conseguir premios en concursos de poesía festiva o de falla puede ir muy bien, ya que los premiados siguen un esquema que se repite año tras año. De hecho, es fácil pedirle que genere algo destinado a premio simplemente indicándole lo que piden las bases, y puede ser útil para que una comisión “realice” una actividad que de otra manera no haría, como el apropòsit de una presentación. En este sentido, se pidió que las bases de los concursos desincentivaran en sus bases el uso de la IA, o al menos que se incentivara no utilizarla. Yendo más allá, se sugirió una regulación normativa para proteger a los creadores.

Ante este nuevo fenómeno que ha venido para quedarse en el mundo fallero, los ponentes se plantearon si hay que cambiar el modelo de llibret, o si la inteligencia artificial hay que plantearla como un reto a batir y no como una solución.

En el turno de preguntas, ante la consulta de por qué los diseñadores suelen ser acríticos con la IA, Demano contestó que se debe a la precariedad del sector, en el que se piden resultados rápidos y económicos. También se comentó que en los premios falleros debería haber jurados competentes que detectaran el uso de esta tecnología, y por otro lado que la IA tiene la ventaja de que es una buena herramienta para la analítica de datos en las fallas.