Santiago Ballester será presidente de Junta Central Fallera en menos de lo que tarda en caer una peineta. O al menos en teoría, porque aún tiene que pelearse PP y Vox por las concejalías de València.
La victoria del PP en el Ayuntamiento de València con 13 escaños, que supondría su entrada en el gobierno del mismo con el pacto del otro partido de derechas con concejales, Vox (que ha logrado cuatro), implicaría la entrada de Santiago Ballester a la concejalía de Cultura Festiva, salvo sorpresa de última hora.
El partido conservador ha elegido a una persona con un perfil claramente fallero y con experiencia en presidencia tanto de comisión fallera como de federación de fallas. Fallero de Convento Jerusalén – Matemático Marzal desde pequeño, fue directivo de la misma durante 12 años y presidente durante cuatro. Además ha sido presidente de la Federació de Falles de la Secció Especial (FFSE) durante un año, desde mayo de 2018 hasta que la política le “sedujo” en mayo de 2019. Por tanto, se pasaría de tener presidentes de JCF pertenecientes a comisiones pequeñas, a un fallero de una comisión de la élite.
Entre sus promesas electorales están crear una delegación que sirva de “gestoría” para las comisiones falleras, con el fin de ayudarles a tramitar permisos y subvenciones; la instalación de un monolito en homenaje a los profesionales de la pirotecnia en la plaza del Ayuntamiento; y la creación de un gran Museo Fallero del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el antiguo edificio de Correos. Fuera del ámbito fallero, propuso, entre otras cosas, la vuelta de la Senyera al “Te Deum” del 9 d’Octubre y volver a poner el belén municipal en la plaza del Ayuntamiento. Habrá que ver si realmente se harán realidad. También está la duda de si conservará a alguien de la actual directiva de Junta Central Fallera (que sólo ha durado dos meses) o la renovará completamente. Sin olvidar el gran reto, el Congreso Fallero cuya maquinaria ya está en marcha.