Lo que se ve de las Fallas en Internet no siempre es lo más conveniente, según se comentó ayer en el coloquio de les XVIII Converses “Les Falles al Peset”, organizado por la Associació d’Estudis Fallers (ADEF).
La segunda y última jornada de “Les Falles al Peset” de este año debatió sobre la imagen que se da de la fiesta en Internet, bajo el lema “Un núvol de Falles”. En este sentido, sobre la mesa se puso la dualidad entre festeros y falleros, comentándose que en algunas comisiones se da poca importancia a la falla, base de la fiesta, publicándose mucho más sobre las falleras mayores, playbacks y otros elementos no tan relevantes.
Con la locutora de Cadena Dial María José Aledón como moderadora, la mesa de debate la formaron finalmente Maria Tomás (vicepresidenta de Medios de Comunicación, Patrimonio y Solidaridad e Inclusión de la Junta Central Fallera), Sandra Ferrandis (marketing digital de Las Naves), Paloma Mas (responsable de eventos y cultura en Plug and Play), Iván Esbrí (gestor de comunidades virtuales del Gremio de Artistas Falleros) y José Olmos (coordinador de proyectos de Granissat Estudi Creatiu).
El coloquio comenzó admitiendo que las redes sociales son un arma de doble filo, ya que aunque pueden ser muy positivas, llegan a ser negativas si se utilizan bajo el desconocimiento de su uso al dar una imagen que no es la correcta. Son una oportunidad para demostrar lo que somos al mundo y hay que aprovecharlas para ello.
La influencia de la pandemia en la virtualidad de las Fallas fue uno de los primeros puntos que se tocaron. Se admitió que entre los falleros y falleras hubo muchas iniciativas para celebrar actos virtuales, de los cuales poco queda actualmente al poder celebrarse en persona. Fue una época en que las redes sociales se convirtieron en medios de comunicación y el casal se trasladó al mundo virtual con reuniones a través de programas como Meet o Zoom. Sin embargo, una vez pasado el confinamiento, todo ello descendió considerablemente, aunque hay comisiones falleras que siguen informando a través de las redes sociales, algo que la mesa consideró que es necesario. De todas maneras se alertó de que no es bueno su abuso, porque puede llegar al punto de que las redes sociales nos incomuniquen y nos separen del mundo real, que es el importante.
Para los mensajes que publiquen las comisiones falleras, Paloma Mas recomendó por su experiencia que fueran naturales, poco elaborados. Iván Esbrí, en cambio, realiza publicaciones muy trabajadas para mostrar fallas y trabajos de artistas falleros en otros ámbitos, con textos en general largos. Sandra Ferrandis apuesta para Las Naves con un buen diseño y el streaming, pues aunque este último consiga pocos seguidores en directo, ya que el vídeo queda en la plataforma y puede tener muchas visitas. María Tomás para Junta Central Fallera primero quiere tener claro dónde focalizar la noticia, adaptando el mensaje a la red social correspondiente e intentando enganchar a las personas que no son consumidoras habituales de noticias falleras, cuidando el lenguaje y la imagen corporativa, publicando noticias sobre todos los temas aunque mucha gente busca el “peineteo”.
Los ponentes valoraron el trabajo que hacen los community manager de las comisiones, aunque reconocieron que muchos necesitan formación en este ámbito como la que da Junta Central Fallera. Se les recomendó utilizar lenguaje inclusivo y destacar la comisión por su punto fuerte (la falla, el teatro, los playbacks, etc.), comunicando al mundo su personalidad. Tienen que tener en cuenta que es un canal externo a la comisión (por lo que no hay que publicar temas internos), y más que generar contenido, hay que subir a las redes lo que ya se tiene. Además hay que subir mensajes continuamente, ya que las redes sociales, si perciben que se deja de publicar, ya no lo muestran. Los artistas falleros también necesitan aprender en este campo, para que por ejemplo vean que hay que separar el ámbito profesional y personal, pues en algunos casos se usa el mismo perfil para ambos. Es algo importante, ya que hay artistas que consiguen trabajos gracias a Instagram y otras redes. En cualquier caso, hay que asumir que quien tiene un altavoz, tiene una responsabilidad, por lo que es importante qué se dice y cómo se dice. Si es necesario, incluso los perfiles se pueden limpiar, es decir, se pueden borrar mensajes antiguos que no convengan para la imagen que se quieran dar en el momento.
En la parte final del coloquio se preguntó por aquella publicación que les hubiera horrorizado más a los ponentes. Por ello se habló de lo peligrosa que es la semana fallera, ya que durante ella se publican fotos que no dan una imagen positiva de la fiesta, en concreto las de fiestas nocturnas. A cambio, las comisiones falleras podrían publicar otras más positivas como falleros y falleras reciclando o limpiando las calles, para que quienes conozcan la fiesta vean puntos positivos de la misma. Se llega el punto en las redes de algunas comisiones, de no publicar ninguna foto de la falla plantada, ni siquiera de la cremà, que suele tener muchas visitas. También se denunció que a veces hay demasiado “coentor” fallero incluso en Internet.