Muchas fallas innovadoras y experimentales (en foto y en maqueta, porque las de verdad ya las quemaron, y si existieran no cabrían) forman parte de la nueva exposición del Museu Faller de València inaugurada ayer por la tarde con el nombre “Falles experimentals, experimentar amb falles”.
Ayer por la tarde, el Museu Faller de València inauguró una exposición donde las fallas innovadoras y experimentales son las protagonistas, inaugurándose, al mismo tiempo, la nueva ubicación de la sala de exposiciones temporales Josep Alarte. Dos de los comisarios de la muestra (del equipo formado por Pepe Romero, Jaume Chornet y Leonardo Gómez, profesores de la Universitat Politècnica de València) comentaron que la exposición fue un encargo que les hizo el director del Museu Faller de València, Gil-Manuel Hernández, con el que se quiere destacar la variedad que existe de fallas experimentales, mucho más diferentes entre sí que las consideradas “clásicas”, así como destacar el trabajo de los artistas falleros. Fotografías, maquetas, bocetos y algún ninot salvado del fuego forman parte del material presenten en la exposición.
La muestra está dividida entre partes. La primera está dedicada a las fallas que han participado en el concurso del Institut Valencià de la Joventut (1991-1999) y las que se han plantado con el apoyo de la Universitat de València y del Centre del Carme Cultura Contemporània, institución esta última que ha abierto exposiciones a artistas de las fallas municipales de València como Okuda y Escif, y que ha acogido la que se plantó en el Burning Man de mano de Miguel Arraiz y David Moreno, entre otras conexiones con el mundo fallero.
La segunda sala se centra en aquellas fallas plantadas en la plaza del Ayuntamiento que han destacado por su estética rompedora. Es el caso del caballo de Troya de Ricardo Rubert (1963), la falla que imitaba la fachada del edificio consistorial de 1987 o la no menos conocida Meditadora que sufrió las consecuencias de la pandemia, de la qual se muestra la maqueta y bocetos de los ninots que, en principio, iban a estar dispersos por la plaza.
La tercera y última parte trata de las fallas plantadas por comisiones como Universitat Vella, Corona y Borrull-Socors, que habitualmente destacan en el área de las experimentales.
El catálogo de la exposición finalmente no se presentó ayer, pero estará disponible próximamente en el Museu Faller de València.