La falla grande de Sevilla-Dénia de 2021 es la primera que se conservará en NFT, que no es como meterla en una lata, sino en unos ficheros digitales con la tecnología blockchain (sí, la de las criptomonedas).
Las Fallas ya han entrado en el mundo del NFT, con el fin de conservarse electrónicamente. Varias empresas valencianas han participado en la creación de la primera falla “tokenizada”, con el fin de conservarla digitalmente junto con la información de su autoría. El honor le ha correspondido a la falla grande de Sevilla-Dénia de 2021, del artista Raúl Martínez “Chuky”.
NFT son las siglas de “non fungible token”, es decir, token no fungible, una técnica criptográfica basada en cadenas de bloques (blockchain) con el fin de almacenar electrónicamente un bien único, no sustituible y perdurable en el tiempo (o sea, no fungible), con el fin de garantizar su autenticidad y la identidad de su propietario. Es la misma tecnología que utilizan las criptomonedas, con la diferencia de que estas últimas son intercambiables entre sí, y se utiliza con obras de arte y contratos, por poner unos ejemplos. Gracias al NFT, una creación no puede sustituirse ni copiarse, sabiéndose en todo momento cuál es su original.
Exponentia, firma tecnológica, ha colaborado con dos startups -Baukunst Patrimonio Virtual y Valua Arts & Crafts-, para desarrollar este proyecto. Estas dos startups idearon la manera de conservar digitalmente las fallas y Exponentia ha colaborado en su realización. También han aportado su granito de arena las empresas Criptoproyectos (que trabaja en economía digital y criptoactivos) y Innova.Legal (especialista en proyectos tecnológicos con cierta complejidad legal).
De esta manera, la falla se ha convertido en una activo digital que la inmortaliza junto al registro de las experiencias vinculadas a ella, como recorridos virtuales o vídeos explicativos del artista. Pero la iniciativa quiere ir más lejos, para llegar a preservar la cultura y tradición de València.
El NFT de la falla de Sevilla-Dénia de 2021 se subastará para pasar a ser de propiedad privada, aunque cualquier persona o colectivo podrá consultarlo con diferentes capas de información.