La “comisión” de la falla inmaterial cumple cinco años, y por ese motivo se ha publicado un llibret de la misma que se puede coger y hasta sobar, porque está en el mundo real.
La falla inmaterial ya tiene una parte material: el llibret. En efecto, este proyecto de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universitat de València (ETSE-UV) ya cuenta con una publicación asociada, como cualquier otra falla, y que a diferencia de la propia falla, es física porque se ha impreso en papel (aunque también está en formato digital).
La presentación de este “Llibret il·lustre” como se denomina, editado para conmemorar los cinco años en que se “planta” esta falla digital, tuvo lugar ayer en la Capella de la Sapiència del Centre Cultural La Nau. En el acto participaron Ester Alba, vicerrectora de la Universitat de València; Francisco Grimaldo Moreno, subdirector de la ETSE-UV; Pere Fuset, concejal de Agenda Digital y Administración Electrónica del Ayuntamiento de València; Montse Català, jefa de cultura en À Punt; y Carmen Martín Carbonell, actual fallera mayor de València.
El libro es un recopilatorio de breves comentarios de más de 50 personas del mundo festivo, académico y cultural, en relación a la falla inmaterial. De manera análoga a los de comisiones falleras, tiene secciones como falleras mayores, explicación de la falla, el programa de fiestas y la comisión, donde escriben autores como Antonio Ariño (ex-vicerrector de Cultura de la Universitat de València), Fani Grande (escritora), Pere Fuset (concejal del Ayuntamiento de València), Ramón Solaz (artista fallero), Josep Lluís Marín (de la Associació d’Estudis Fallers, AdEF), Gil-Manuel Hernández (también de la AdEF y director de los museos festivos de València), Juan Meneses (director de Don Falleret), y tres falleras mayores de València (Raquel Alario, Rocío Gil y Marina Civera).
¿Qué es la falla inmaterial?
La falla inmaterial nació en 2017 como un proyecto de divulgación científica y tecnológica ambientado en la cultura festiva. A través de las interacciones de los usuarios en la web fallaimmaterial.com o en sus perfiles de las redes sociales (@fallaimmaterial), se va construyendo una falla grande y una infantil en el mundo virtual, habiéndose alcanzado más de cuatro millones de acciones de los internautas en los cinco años de vida de este proyecto. La pandemia no ha interrumpido su actividad, siendo la única falla que se plantó en marzo de 2020 aunque eso sí, sin presencia física.