Un coloquio, la presentación del catálogo de carteles oficiales de las Fallas y los inevitables discursos, echaron el cierre ayer a la celebración del quinto aniversario de las Fallas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
En el hemiciclo del Ayuntamiento, se cerró ayer la celebración del quinto aniversario del día en que la UNESCO declaró a las Fallas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La música tradicional de la Colla de Junta Central Fallera recibió a las autoridades al empezar el acto, en el cual los carteles anunciadores de la fiesta tuvieron un especial protagonismo.
Tras la recepción de las falleras mayores de València, Carmen Martín Carbonell y Nerea López Maestre, junto a sus cortes de honor, y del presidente del Junta Central Fallera Carlos Galiana, comenzó una mesa redonda sobre el diseño y los carteles anunciadores de las Fallas titulada “#SomPatrimoni. Un llamamiento a la fiesta”. En ella participaron Alejandro Lagarda (miembro de la Associació d’Estudis Fallers), Miguel Arraiz (director de proyectos de València Capital del Diseño), y el equipo autor de la imagen gráfica de las Fallas 2021, Diego Mir,
Cristina Alonso y Raúl Vicent. Moderó el delegado de Comunicación de Junta Central Fallera, Nacho Fuertes.
En el coloquio se comentó que hace cinco años, cuando la UNESCO declaró a las Fallas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, que la sociedad valenciana vio el potencial cultural de esta fiesta. Se dijo también que esta declaración sienta las bases, pero no hay que tener miedo a que las Fallas evolucionen porque es algo normal.
Ya metidos en el tema de los carteles oficiales, hablaron de que actualmente se da más importancia al diseño y que estas ilustraciones tienen mucho que contar a los visitantes, pero es imposible incluirlo todo. En este sentido, se reconoció que los carteles actuales tienen muchos menos elementos que los de hace muchos años, aunque ahora esto se compensa realizando más de uno. También se oyó la opinión de que el cartel no tiene que explicar, sino que ha de ser atractivo para la gente, comunicando de manera eficaz y eficiente. En efecto, su presencia es internacional desde el principio, ya que sus primeros autores eran conocidos fuera de España, y los carteles anunciadores se llevaron también fuera de las fronteras. Otra de las ideas que se dieron fue que hoy en día elaborar un cartel es insuficiente, ya que hay que comunicar también por medios como las redes sociales, por lo que es necesario crear una imagen global de la fiesta. Y centrándose en la imagen vigente, se explicó que homenajea las profesiones que tienen que ver con las Fallas.
Los ponentes hablaron del libro que se presentaba ese día, cuya publicación coincide con el 50º aniversario del Museu Faller de València. Una crida a la festa es un catálogo de los carteles anunciadores de las Fallas de València que conserva dicha institución, además de algunos accésits. La publicación cuenta con dos artículos introductorios escritos por Alejandro Lagarda (historiador del arte y miembro de la Associació d’Estudis Fallers) y Raquel Pelta (historiadora del diseño de la Universitat de Barcelona), y las reproducciones de los mencionados carteles, con breves explicaciones de 27 de ellos que se consideran representativos. El libro saldrá a la venta mañana en el Museu Faller de València y en librerías.
Posteriormente efectuaron sus respectivos discursos las falleras mayores de València, Carlos Galiana y el alcalde de València, Joan Ribó. El concejal de Cultura Festiva recordó que queda mucho por recorrer en las Fallas aún, y que el verdadero patrimonio de la fiesta son las personas.
Se clausuró la celebración del aniversario con unas albaes de la Colla de Junta Central Fallera y un brindis.