Algo bueno que ha tenido la pandemia es que Ximo Puig, president de la Generalitat Valenciana, hablara de Fallas porque se diera cuenta de su importancia. Es una de las conclusiones de la mesa redonda “585 días de fallas en pandemia” celebrada este sábado en el casal de la Falla Río Tajo-Cavite.
El sábado pasado se celebró la tertulia “585 días de fallas en pandemia” en el casal de la Falla Río Tajo-Cavite, como colofón a la exposición fotográfica del mismo nombre a cargo de Sidecar Foto, Falles i tradicions y Manuel de Zayas.
La mesa redonda, que no tuvo público per sí se retransmitió en directo por el Facebook de Falles i tradicions, tuvo a Roberto Gómez Baldaquino (director de Hablemos de Fallas) como moderador, participando Guillermo Serrano (presidente de la Interagrupación de Fallas de València), Pepe Pastor (presidente de la Agrupación de Fallas del Marítimo), Carmen Blasco (secretaria general de Junta Central Fallera), Ramón Estellés (exsecretario general de Junta Central Fallera), Irene Segles (presidenta de ASCIVA, Asociación del Comercio de Indumentaria Valenciana) y Manuel de Zayas (fotógrafo).
Durante la charla se analizó desde los días previos a la cancelación de la Fallas el 10 de marzo de 2020 hasta el planteamiento de la semana fallera de 2022. De aquella mala experiencia se destacó algo positivo, que fue la unión entre los falleros y falleras, y la buena comunicación entre todos, y también que la administración autonómica se diera cuenta de la importancia social y económica que tiene la fiesta.
Además se comentó que las Fallas sufrieron una reinvención obligada, empezando por las reuniones telemáticas durante el confinamiento. Una vez empezada la desescalada, lo que más se comentó fue la discriminación que sufrió la fiesta por parte de la Conselleria de Sanitat, con restricciones incoherentes como las que impedían abrir los casales cuando los bares sí podían. Tales asimetrías obligaron a que el mundo fallero pidiera un informe jurídico para que la Generalitat viera que las comisiones falleras son asociaciones culturales, no sedes festeras, para que así pudieran abrir para actividades como teatro y playbacks.
En cuanto a las Fallas 2021, varios de los asistentes han destacado que el toque de queda nocturno ha hecho que revivieran los actos durante el día. En efecto, al no salir los falleros por la noche, estaban más activos durante el día para almuerzos, pasacalles y hasta despertaes. De esa atípica semana fallera piensan que se podrían quedar alguna de las novedades introducidas por necesidad, como la mascletà descentralizada por barrios, la cremà adelantada y la sesión de ofrenda por la mañana.
