Groucho Marx parece el autor de la normativa sanitaria en casos como el fallero, donde hay que hacer las cenas en los bares porque en los casales no dejan. El alcalde de València, Joan Ribó, ha pedido a la Generalitat que se eviten estas tonterías y dejen de discriminar al mundo de las Fallas, que tiene más restricciones que otros sectores como el hostelero o el cultural.
Ribó ayer formalmente a la Generalitat y a la Conselleria de Sanitat que trate al mundo fallero de la misma manera que a otros sectores, ya que las comisiones falleras se sienten discriminadas en la desescalada de medidas sanitarias. También ha pedido que se concreten urgentemente la normativa sanitaria para las Fallas de septiembre, ya que las fiestas necesitan su tiempo para prepararse. Estas medidas se han concretado tras reunirse el alcalde con la Interagrupación de Fallas de València y con las juntas locales falleras.
En efecto, el propio alcalde reconoce las contradicciones de las actuales normativas sanitarias, ya que mientras los casales tienen un horario limitado y no se permite consumir comida ni bebida en ellos, sí que se pueden celebrar conciertos y competiciones deportivas, y comer en restaurantes, por ejemplo. Esto provoca situaciones surrealistas como tener que hacer reuniones de directiva en casa del presidente, o ir de cena a un bar después de una reunión en el casal. Además, las Fallas tienen puntos positivos que hay que valorar como que no se haya registrado ni un solo contagio de covid-19 en su ámbito, y que se han celebrado jornadas de formación para delegados covid de comisiones falleras el pasado sábado, esto último algo que no realizan otros sectores de la sociedad.
Mientras, para ir agilizando, el consistorio aprobará en la Junta de Gobierno Local de este viernes una moción que dará prioridad a la tramitación de los permisos para actividades falleras. No obstante, como no se pueden aprobar si no hay unas normas autonómicas que lo permitan, el alcalde quiere que como máximo en una semana se aclaren las mismas.
A la reunión antes comentada han acudido, además del alcalde Joan Ribó, el concejal de Cultura Festiva y presidente de la Junta Central Fallera, Carlos Galiana; Guillermo Serrano, presidente de la Interagrupación de Fallas de València; Francisco Martínez, representante de las fallas de la Comunitat Valenciana sin junta local; Martín Martínez, presidente de la Junta Local Fallera de Lliría y representante de la Confederació Intercomarcal del Camp del Túria i l’Horta Nord; y Ferran Martínez, representante de la Delegación de Juntas Locales de la Junta Central Fallera.
Carlos Galiana ha pedido “coherencia” a la Conselleria de Sanitat, y ha denunciado que ésta permita las Fallas en septiembre pero no que se preparen adecuadamente los meses posteriores, ya que llevan un trabajo previo que no se puede hacer a última hora. Por su parte, Guillermo Serrano reconoce tener “un cierto cabreo con este tema” por sentir discriminado el mundo fallero. Pide facilidades para preparar las fiestas de septiembre y que no pongan trabas como están haciendo en la Generalitat, y ha concluido que “Las Fallas no pueden ser un problema, sino una solución”.
