La Conselleria de Sanitat ya está tocando las narices al colectivo fallero, pasando de los casales cuando relaja prohibiciones. La Mesa de Seguimiento de las Fallas ha protestado en un comunicado y pide equipararlos a entidades culturales, que es lo que son.
La Mesa de Seguimiento de las Fallas ha expresado en un comunicado su malestar con la consellera de Sanitat, Ana Barceló, por olvidar a las Fallas en la desescalada de las restricciones sanitarias. Los representantes falleros piden más empatía por parte de los responsables sanitarios y que no olviden que las Fallas son cultura. Por ello, quieren que se les trate como entidades culturales.
Según el texto publicado, tras la reunión con la consellera el 10 de mayo en la que se autorizaban las fiestas a partir de septiembre, el colectivo fallero esperaba que el organismo sanitario tuviera más consideración hacia él. Protestan porque los casales aún están muy limitados para la realización de actos cuando se prometió una apertura progresiva, no habiéndose equiparado ni a entidades culturales, ni a la hostelería ni a reuniones familiares. Tampoco entienden que se pueda comer y beber en bares y restaurantes, y en los casales no, ni que se amplíe el horario del ocio nocturno y no el de las sedes festeras.
Por todos estos motivos, los falleros y falleras se sienten agraviados por la Conselleria de Sanitat y declaran estar cansados de esperar, ya que después de que les pidieran tiempo no han visto avances en la relajación de prohibiciones para el colectivo. Según el comunicado, “no sabemos si realmente no se ha entendido nada por parte de la administración, o si es necesario que nos plantemos en la plaza de Manises como han hecho otros colectivos, para reivindicar lo que creemos que es justo”. En resumidas cuentas, piden modificar el decreto de relajación de medidas para que se incluya la promesa de equiparación de las sedes festeras con las entidades culturales, y donde se apliquen los horarios de hostelería.