Las comisiones de València quieren una semana fallera como debe ser, no quitando actos, y prefieren guardar la falla hasta 2021 antes que cargárselo y hacer uno nuevo. Son los resultados de una encuesta pasada por delegados de sector de Junta Central Fallera.
La posibilidad de unas fallas prácticamente sin actos no les parece bien a los presidentes de las fallas adscritas a Junta Central Fallera, y prefieren plantar la falla de este año en 2021. Son dos de los principales resultados de una encuesta propuesta por cinco delegados de sector, la cual han contestado poco más de la mitad de los presidentes (202, el 52,88%). De ello se deduce que, a no ser que mejore mucho la situación sanitaria, preferirían que en València no se celebraran las Fallas 2020 y se pasara directamente al 2021, como han hecho ya muchas poblaciones.
En efecto, según se desprende de los resultados de este estudio hechos públicos, casi todos los presidentes encuestados (un 95,5%) no quieren unas fallas que sean básicamente plantar y quemar en julio, ni tan solo unas fiestas a medio gas ese mes (lo rechazan casi un 90%). De hecho, tampoco quieren unas fiestas con actos multitudinarios limitados en octubre, posibilidad a la que dicen que no un 83% de los presidentes.
No obstante, tampoco quieren destruir su falla para cerrar el ejercicio 2019/2020 (un 94% dice que no) y la gran mayoría prefieren guardarla hasta 2021 (un 87,6%), incluso ampliándola (estarían dispuestas un 60,4% de las comisiones). Ahora bien, ya habría menos que podrían llegar a gastarse al menos la mitad de lo que les ha costado la falla de 2020, aunque seguirían siendo mayoría, un 53,5% de las respuestas. Cabe destacar que tanto en la ampliación como en el coste mínimo, el número de indecisos es significativo, 23,8% y 33,7% respectivamente, cuando en el resto de preguntas era más bien residual.
En poco más de un mes, el 15 de junio, se determinará si al final se realizan las Fallas de València a mediados de julio, y si es así de qué manera. El alcalde de València, Joan Ribó, ya pidió a su concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, que mantuviera reuniones con los colectivos relacionados con la fiesta para poder determinar qué hacer.