La Falla Convento Jerusalén plantará mil árboles para compensar su emisión de CO2 a la atmósfera (y no solo de la cremà, que no es poca con el pedazo falla que plantan), dentro de su proyecto ecológico y pionero en la fiesta denominado “Convento más verde”.
Una de las comisiones que mayores volúmenes tiene en sus fallas, Convento Jerusalén-Matemático Marzal, se ha propuesto que su actividad festiva no deje huella en la atmósfera compensando el dióxido de carbono (CO2) que emite, tanto en la cremà como con en otros actos, como los que necesiten autobuses para traslados (visita al taller de la falla, por ejemplo). Para ello, ha puesto en marcha su proyecto “Convento más verde” (color corporativo de la comisión) con el que compensará su huella de carbono (toneladas de CO2 vertidas anualmente a la atmófera) con la limpieza y plantación de árboles en una zona de Llíria que sufrió un incendio forestal. Así lo manifestó ayer esta comisión en la presentación del proyecto, el primero de estas características que existe en el mundo fallero, en un acto que tuvo lugar en su parador So Nelo situado en la calle Matemático Marzal.
El encargado de explicar este plan ecológico fue el experto en energía y medio ambiente de la falla, Javier Cervera, quien explicó los peligros del cambio climático que estamos sufriendo al aumentar la temperatura del planeta, y cómo actuará Convento para luchar contra él.
El primer paso para determinar unos objetivos, ha sido cuantificar las emisiones de dióxido de carbono que ha realizado la comisión desde 2016. Para ello ha calculado su huella de carbono (tonedadas de CO2 que se emiten anualmente a la atmósfera) desde ese año hasta la actualidad, datos que han incorporado al Registro de Huella de Carbono para la Reducción del Efecto Invernadero, creado en 2014 por la Oficina Española de Cambio Climático. Esta comisión fallera es la primera organización dedicada a fiestas que se inscribe en dicho registro.
Convento ya ha tomado medidas para reducir las emisiones de dióxido de carbono, pasando de emitir sobre 20 toneladas de este gas en 2018 a una cantidad prevista para 2019 y para 2020 de 13. En las próximas fallas se pretende compensar esta emisión con la reforestación y limpieza de un bosque que se incendió en Llíria en 2012, destruyendo la vegetación de más de 23.000 hectáreas. En esta actividad, donde colabora el Ayuntamiento de Llíria, participarán los 500 falleros y falleras de Convento Jerusalén a principios de marzo, plantando aproximadamente 1.000 árboles.
En la presentación del proyecto intervino el vicealcalde y coordinador general del área de Ecología Urbana, Emergencia Climática y Transición Energética del Ayuntamiento de Valencia, Sergio Campillo, quien animó a la comisión a presentar su proyecto ante la concejalía y a invitar a otras entidades a unirse. También habló el alcalde de Llíria, Manuel Civera, quien agradeció esta iniciativa de Convento y pidió más ambición contra el cambio climático. La fallera mayor infantil de Valencia, Carla García, dio también las gracias porque vio que la comisión se preocupaba por el futuro que le tocará vivir a los niños.
Al acto acudieron concejales del Ayuntamiento de Valencia de diversas formaciones políticas como son Pilar Bernabé, María José Català, Fernando Giner, Santiago Ballester y Francisco Javier Copoví. También estuvieron el vicepresidente primero de Junta Central Fallera, Javier Tejero; el presidente de la Federación de Fallas de la Sección Especial, Rafael Megó; el de la Interagrupación de Fallas, Guillermo Serrano; y representantes de otras comisiones y sectores.
Finalizó el presidente de la comisión, Francisco Segura, quien invitó al resto de fallas a unirse a este proyecto dando un dato significativo: si cada fallero y cada fallera plantara dos árboles, resultaría un bosque de 200.000.
Vasos reutilizables para falleros y falleras
Hablando de ecología y de Sergi Campillo, este concejal ha anunciado que se repartirán 90.000 vasos reutilizables para las Fallas 2020, con el fin de reducir los residuos plásticos que suponen los vasos desechables. Este sistema también se utiliza en otras fiestas que se celebran en la ciudad de València, como las de Patraix y las de San Marcelino. El concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, destacó que “las Fallas son líderes en la reducción del uso de plástico de un solo uso”.