Limitar la altura de las fallas de momento ha servido para una cosa: para llamar la atención de que las cuentas corrientes de los artistas falleros no están demasiado altas. Esta es una de las conclusiones de la charla “¿El tamany importa? (en les falles)” celebrada ayer.
La crisis del sector de artistas falleros está detrás de la limitación de tamaños de las fallas de las secciones altas. Esto, que ya se suponía al menos desde que surgió la propuesta, se confirmó en la charla celebrada ayer miércoles en la sede del Círculo de Opinión Bunyol d’Or i Brillants amb Fulles de Llorer, organizada por esta asociación junto al Casal Bernat i Baldoví.
Moderados por el periodista Jaume Bronchud, formaron la mesa del debate Manolo Algarra (artista faller), Mari Carmen Gimeno (copresidenta de la Falla Plaça La Mercé), Álvaro Guija (artista faller), Paco Romero (presidente de la Federación de Falles de 1ª A) y David Moreno (artista faller). Todos ellos pusieron su punto de vista sobre la polémica de la limitación de alturas. Los artistas recalcaron el mal momento que viven los talleres, como demuestra que se hayan cerrado muchos. Han pasado de ser unos artesanos a empresarios a los que les han caído dificultades como la presión fiscal que no han sabido resolver, quizás por la parte emocional, vocacional y competitiva que tiene el trabajo de hacer fallas. En definitiva, hacer fallas se ha convertido en una actividad poco rentable.
Por su parte, los falleros y falleras expusieron sus problemas para obtener ingresos que sirvan para pagar la falla. Las bajas en los censos, la crisis de los métodos tradicionales de conseguir fondos (cuotas, lotería…), la reducción del número de patrocinadores y hasta el poco interés de muchos falleros por la falla hacen que mermen los recursos para la misma.
Concluyendo, se destacó que es necesario el entendimiento entre falleros y artistas, que aunque se ha pedido muchas veces nunca llega porque no han llegado a sentarse a hablar ambos colectivos. De no hacerse, el problema puede agravarse hasta no se sabe qué consecuencias. Un buen método para que los falleros y falleras conozcan la realidad de los talleres sería realizar visitas a los mismos.
Para el otro lado del problema, se comentó que se necesitan nuevas formas de financiación para las comisiones falleras. El hecho de que la fiesta sea Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO debería servir para darle más visibilidad a nivel nacional e internacional, lo que debería pedirse a las administraciones públicas.
La presentación de la charla la realizó el presidente del Círculo, Joan Josep Gimeno, mientras que el cierre fue cosa del presidente del Casal Bernat i Baldoví, Òscar Rueda.