La Falla Doctor J. J. Dómine-Port ha convocado ya su Concurso Mundial de Paellas para principios de marzo, con tiempo hasta para que engorden bien el pollo y el conejo. ¡No acepten imitaciones!
El Concurso Mundial de Paellas de la Falla Doctor J.J. Dómine ya abierto el plazo de inscripción de su edición número 31, que se celebrará el 6 de marzo de 2020. Un certamen que tendrá lugar de nuevo junto a la antigua estación del Grao de Valencia, y que cada año une a falleros y empresas de logística con el fin de pasar una divertida jornada.
Este certamen, llamado habitualmente “Paellas del Puerto”, registra en los últimos años más de 600 paellas inscritas y una participación que supera los 7.000 profesionales del sector logístico portuario procedentes de todo el mundo. El crecimiento del concurso ha sido espectacular, ya que en la primera edición que tuvo lugar el 16 de marzo de 1990, hubo solo 43 paellas que reunieron 500 personas; cuatro años más tarde eran 100 paellas, y tras cuatro años más, 200, hasta llegar a las seis centenas actuales. Y este año la inscripción lleva un buen ritmo, ya que el mismo día de apertura del plazo se apuntaron más de 100. Las paellas con bonificación en la cuota de inscripción, que llegaban a este número, se ampliaron a 150 dado el éxito de la presente edición.
Las bases del concurso establecen que cada paella será para un máximo de 10 personas, dando la organización arroz, pollo, conejo, verdura, tomate, aceite, sal, colorante, pimentón dulce, agua y leña como ingredientes, y además cerveza, vino, cava y helados. La inscripción se puede realizar a través de la web oficial.
La comisión fallera organizadora se ha visto sorprendida este año porque una de las empresas colaboradores le ha abandonado y ha creado un concurso similar, tal y como indican en las redes sociales. Según fuentes de la falla, incluso quieren adoptar el mismo nombre y asociarse con otra comisión fallera. En el comunicado publicado en su perfil oficial, esta comisión de 200 falleros y falleras se manifiesta dolida por la actitud del antiguo patrocinador, ya que el Concurso Mundial de Paellas es para ellos una seña de identidad.