Marina Civera vivió ayer su exaltación como Fallera Mayor de Valencia de 2019, con un traje de color mitológico (azul atlantis) y un espectáculo muy de raíces valencianas.
El ritual se cumplió un año más, celebrándose ayer por la noche el acto de exaltación de la fallera mayor de Valencia y de su corte de honor. El misterio del color del espolín tuvo como respuesta este año el color azul atlantis, una tonalidad que está entre el verde y el azul.
Por otro lado, el espectáculo del acto se tituló Arrels, el cual explora las raíces de los valencianos y valencianas gracias a la danza y la música interpretadas por Patxi Ferrer, Xavi de Bétera, la Colla Federal de la Federació Valenciana de Doçainers i Tabaleters (FVDIT), la Rondalla ARNADÍ, els Dansainers del Tramusser d’Almussafes y la Banda Municipal de Valencia, todo ello dirigido por el director titular de esta última, Rafael Sanz-Espert.
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, impuso la banda a Marina, tras lo cual la mantenedora, Rosángeles Valls, efectuó su discurso en el que destacó la vertiente social de las Fallas, la solidaridad de la fiesta y la cultura que supone la misma, y animó a las falleras a que asuman más cargos de responsabilidad.
Un castillo de fuegos artificiales de Reyes Martí puso punto y final al acto.
