El debate de moda en los últimos tiempos, la mujer en las Fallas, tuvo otro episodio ayer en la Falla Marqués de Montortal-Berni y Català, en el cual se comentó la paradoja de que ellas no tienen ningún impedimento para ocupar cargos en la fiesta y que sin embargo, hay pocas.
La igualdad de género fue anoche la protagonista en el coloquio que tuvo lugar en el casal de la Falla La Berni, acto por cierto enmarcado en su semana cultural y solidaria que termina hoy. Una numerosa mesa formada mayoritariamente por mujeres (formada por Isabel Lozano, concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Valencia; Maite Guirau, presidenta de la mesa del Consell de Trànsits; Mónica Gallego, responsable de solidaridad de Junta Central Fallera; Gloria Martínez Amigó, fallera mayor de Valencia de 2008 y presidenta de la Falla Blanquerías); Eva Duarte, expresidenta de La Berni; Cristina Estévez, delegada de sector en JCF; Carmen López, delegada de solidaridad en la Falla Els Generals; Pepa Gómez, expresidenta y también fallera mayor de la Falla Borrull-Socors; Esther Zarzo, de Correcaminos; Carles-Andreu Fernández, responsable de esta web; y Diego García, presidente de la Agrupación de Fallas de Rascanya) comentó aspectos como la minoritaria presencia de mujeres en la presidencia de las comisiones falleras (12%) y en las delegaciones de sector en Junta Central Fallera, cuando el sexo femenino es ligeramente mayoría en el censo fallero. Esta circunstancia se justificó con el peso de la tradición de la fiesta, que desde el principio estuvo gestionada por los hombres, pero también por la dificultad de compaginarlo con la vida diaria de trabajar y la casa que en estos tiempos aún tiene que llevar muchas. En base a su experiencia, Gloria Martínez Amigó comentó que es duro ser presidenta también por temas de indumentaria, pero que compensa por el cariño de la gente.
El tema del fallero mayor también saltó al debate, aprovechando que el poseedor de ese cargo en Blanquerías estaba presente. Hubo ponentes que estuvieron a favor de que un hombre ocupara ese cargo honorífico en las comisiones, incluyendo por supuesto Pepa Gómez porque en el estatuto de su comisión ya se contempla la posibilidad); sin embargo, Cristina Estévez recordó que normativamente no es posible porque en el Reglamento Fallero dice expresamente que debe ser una mujer, y además en la candidatura de la UNESCO así se especificó también. Como curiosidad, el fallero mayor de Blanquerías comentó que cuando se supo de su nombramiento, la mayoría de las críticas que recibió fueron de mujeres.
Otro asunto fue el de la visión de la mujer en el monumento fallero. Según el preestudio de la Universitat de València sobre la mujer en la fiesta, más de 60% de las fallas presentan a mujeres hipersexualizadas. Jordi Palanca, artista fallero presente en el casal, argumentó que es una forma de hacer sátira y humor y que no se debe limitar la forma de trabajar de los artistas con estas opiniones.
El presunto machismo que hay en las Fallas también tuvo su lugar anoche. Mientras unas personas opinaban que no existe en la fiesta, otras decían que sí, e incluso se dieron ejemplos de que conseguir ciertas cosas cuestan más trabajo (y más críticas) a las mujeres que a los hombres. En cualquier caso, sí hubo más acuerdo en que hasta hace unas décadas las Fallas eran ciertamente machistas; sin embargo, han evolucionado junto a la sociedad para serlo cada vez menos, aunque todavía queda mucho camino por hacer.
Entrega de premios Berni
Por otra parte, previamente al debate y a la cena tuvo lugar la entrega de los premios Berni a Rocío Gil Uncio, fallera mayor de Valencia de 2018, y a Sole Giménez, cantante y excomponente del grupo Presuntos Implicados. Ambas no pudieron estar presentes en la gala de entrega de estos galardones que tuvo lugar el 5 de octubre pasado, día en que sí recogeron sus premios Vicente Enguídanos Grancha, la Pirotecnia de Altura y la Falla Palleter-Erudito Orellana.