Como un alocado programa de televisión en el “plató” de la Falla Plaza del Pilar, la Falla Borrull-Socors entregó la noche del pasado martes sus premios Latorre entre concejales, presidentes de falla, gente de Junta Central Fallera y algún que otro afiliado de Compromís sin cargo…
El humor, la emoción y la crítica estuvieron presentes el martes pasado en la entrega de los premios Latorre a sus galardonados, Pepe García Bosch y Amparo Gómez. Un acto presentado por los televisivos Vicent Sempere y Pepa Gómez, conductores del programa de Levante TV Al remat (y ella además, presidenta de la Falla Borrull-Socors, la cual concede estos premios). quienes representaron un alocado concurso donde se ponía a prueba una de las vicepresidentas de Junta Central Fallera y reconocida actriz de teatro, Inmaculada Guerrero. Diversas personas del público le hicieron preguntas a la concursante, que tuvieron ingeniosas salidas como cuando hizo desfilar a un grupo de hombres (entre ellos los últimos presidentes de Junta Central Fallera) para hacer una selección de acompañantes de las cortes de honor. La política en tono socarrón también tuvo su hueco, como las referencias a la bicicleta de Giuseppe Grezzi, concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Valencia allí presente, o al hecho de que un fallero de la comisión de Compromís no tuviera ningún cargo tras llegar al gobierno esta coalición. Durante todo el acto hubo música en directo que de vez en cuando sonaba con piezas valencianas.
Tras la parte humorística de la introducción se pasó a la entrega de los premios, la cual hicieron efectiva Manolo Latorre hijo y la fallera mayor de la comisión, Cristina Oliva. El primero en recibirlo fue Pepe García Bosch, vicepresidente de Junta Central Fallera encargado de Festejos, Infantiles y Juventud, quien se llevó el Premio Latorre a la Trayectoria Fallera. Del ganador se destacó que hubiera estado en dicho organismo con gobiernos municipales de diversos signos, así como los cambios importantes que ha tenido la fiesta fallera desde que está en él.
Posteriormente fue Amparo Gómez, indumentarista de la firma Espolín, quien recogió su Premio Latorre por la Contribución a la Cultura Valenciana. De ella se dijo que el trato que ha dado a los clientes siempre ha sido muy familiar, y que es una gran amiga de la comisión de Borrull-Socors y de Manolo Latorre, a quien va dedicado el premio.