Pere Fuset comunicó ayer por sorpresa que dejaría de presidir las Asambleas de Presidentes de Junta Central Fallera, animando a los falleros a convocar el famoso Congreso Fallero donde decidan qué narices quieren hacer, si independizarse del Ayuntamiento o no.
El concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de Valencia, y también presidente de Junta Central Fallera, Pere Fuset, anunció ayer por la tarde que se tomará en serio la “despolitización” de las Fallas que tantos sectores de la fiesta piden. Pra ello tomará dos medidas: una, ceder la presidencia de la Asamblea de Presidentes al primer vicepresidente de la entidad, Javier Tejero, que es también delegado de sector (por tanto, elegido democráticamente) y no tiene perfil político; y otro, instar al colectivo fallero a que convoque un Congreso Fallero en el que se defina si realmente se quiere la independencia del Ayuntamiento de Valencia o no.
Lo repentino de la decisión ha venido motivado por la negativa de la Interagrupación de Fallas a reunirse con el alcalde de Valencia, Joan Ribó, para tratar puntos discordantes entre esta entidad y el consistorio (como por ejemplo, la encuesta que tanta polémica provocó por preguntar sobre temas falleros pero también por asuntos religiosos y políticos). Este plantón dio a entender a Fuset que la Interagrupación no quería diálogo, sino “otra cosa”, provocando una aceleración del proceso de separación entre la política y los falleros, divorcio del que cada vez se habla más.
Así pues, se convocará una asamblea de presidentes extraordinaria después del verano, donde se debata si les interesa o no un Congreso Fallero, así como si se debe plantear la independencia del mundo fallero respecto a la política. Se podrán realizar tantas asambleas sobre este tema como haga falta, y trasladar el debate a las comisiones falleras, tras lo cual una última reunión decidiría si empezar o no el Congreso Fallero.
No obstante, Pere Fuset continúa en su cargo, sólo que encargándose de la gestión institucional y política de las Fallas, así como de los asuntos que excedan su ámbito dentro del mundo festivo. Tampoco abandonará las funciones que le asigna el Reglamento Fallero, incluyendo presidir la gestión ordinaria de Junta Central Fallera que día a llevará la junta directiva de este organismo.