Un llibret con mucho amor (y con muchas puertas) se presentó el viernes por la tarde en la Falla Lepanto-Guillem de Castro, al tiempo que en Leones-Poeta Mas y Ros, Javier Mozas hablaba de las fallas del siglo XIX (el otro día, vamos).
El viernes por la tarde fue intenso en cuanto a actos falleros se refiere. Uno de ellos fue la presentación del llibret de Lepanto-Guillem de Castro, que este año es especial porque conmemora la “mayoría de edad” (es decir, los 18 años) de la comisión plantando fallas experimentales. Por ese motivo publica una foto de todos los monumentos plantados en ese período, desde el de 1999 realizado por el artista Daniel Jiménez Zafrilla hasta el del año pasado, obra de Anna Ruiz. Además aparecen en sus páginas artículos de Josep Vicent Bergón, creador del concurso de fallas innovadoras y experimentales del Ayuntamiento de Valencia; y de José Nicola, presidente de la Federació de Falles I+E. En otras páginas, Alba Fluixà habla de la fiebre cultural de las Fallas, Alfredo Ruiz de sus pensamientos sobre esta fiesta, y Giovanni Nardin de los nuevos horizontes. No falta naturalmente la explicación de la falla, cuyo lema es D’amors y su artista Anna Ruiz. Las puertas que figurarán en este monumento son la inspiración al diseño del llibret, ya que sus secciones vienen encabezadas por este elemento y los números de página van acompañados de él.
Simultáneamente, en el casal de Els Lleons-Poeta Mas y Ros se estaba celebrando una charla sobre las Fallas del siglo XIX que estuvo a cargo de Javier Mozas, miembro de la Associació d’Estudis Falles y de la mencionada comisión. Ante numeroso público, Mozas descubrió cómo era la fiesta en esa primera etapa según la documentación que se ha encontrado. El primer bando sobre las fallas, las primeras fotografías y el origen de los premios de las fallas fueron algunos de los detalles históricos que descubrió en su ponencia.