Tras muchos sudores, madrugones y tormentas de arena, la falla del Burning Man ya está acabada, para disfrute de los americanos y orgullo de Miguel Arráiz y David Moreno, que gracias a su cabezonería han hecho realidad este proyecto.
Tras mucho esfuerzo de gestión, económico y artístico, ya tenemos plantada la primera falla del Burning Man. Un monumento de 25.000 piezas en forma de cubo y de lema Renaixement (todos los proyectos del festival debían girar en torno al taller de Leonardo da Vinci) que lucirá en Black Rock City, la ciudad temporal que se monta en el desierto de Nevada para esta fiesta, hasta el 5 de septiembre, día de la “cremà”. Pero la falla no se quemará, ya que se desmontará con la intención de traerla de vuelta a Valencia para quemarla en esta ciudad.