La falla que se irá a las Américas como Marco (aunque más al norte que este niño y sin buscar a su mamá) para estar en el Burning Man ya tiene listo el mosaico que hace de suelo, y ahora el taller de David Moreno está a tope con la producción de máscaras y de piezas de la fachada con la ayuda de voluntarios.
Este martes se presentó el mosaico de Nolla que formará parte de Renaixement, la falla destinada a participar en el Burning Man. Pero aún queda faena para terminarla: en el taller de David Moreno, uno de los artistas de la obra junto a Miguel Arraiz, se trabaja a pleno rendimiento para construir 126 máscaras con moldes de artistas de todos los tiempos.
Falleros de las comisiones de Torrent junto a la asociación de discapacitados ADISTO, las falleras mayores de la ciudad (Noelia Peinado y Carla Pallardó) y sus cortes de honor, han colaborado en realizar un mosaico con más de 25.400 piezas de madera para el suelo de la escultura que se exhibirá en el festival Burning Man de este año, el cual tiene lugar en el desierto de Nevada (Estados Unidos). El martes pasado tuvo lugar su presentación oficial en la sala Cívica del antiguo mercado de Torrent, acto en el que se pudieron ver montados los 36 metros cuadrados que ocupa dicho mosaico cuyo diseño está inspirado en la cerámica de Nolla. Mientras, en otro lugar de esta ciudad de l’Horta se está preparando la estructura interna del monumento.
Pero aún queda mucho trabajo por hacer. En el taller de David Moreno se trabaja contrarreloj para terminar 126 máscaras que “vigilarán” esta particular falla. Unas caras de cartón que son una colaboración del Gremio de Artistas Falleros en este proyecto, ya que proceden de moldes que en algunos casos tienen más de 50 años y de artistas históricos como Juan Huerta o Vicente Luna. Muchos voluntarios están colaborando en pintarlas, y también a ayudar a preparar las piezas que formarán parte de la fachada, por lo que la construcción de la falla está siendo un trabajo ampliamente colaborativo. Los trabajos en las diferentes partes de la escultura se están desarrollando incluso en fin de semana, ya que dentro de tres semanas tiene que estar todo terminado para preparar el viaje en barco hasta tierras americanas.
La falla que viajará al desierto de Nevada (y que volverá a Valencia, porque allí no dejan quemar cartón) criticará la mercantilización llevada con mala fe con una construcción basada en la Lonja de Valencia, un edificio creado precisamente para el comercio y que es patrimonio de la Humanidad. La fachada del monumento será un gran mosaico de tracerías de dicha construcción histórica con máscaras incrustadas entre cada una a modo de vigilantes, todo ello de color dorado. El interior será una estructura de tubos (al estilo de la falla de Nou Campanar de 2015) donde existe un comercio sano, basado en precios baratos y en la economía del regalo. Y en la parte exterior, grandes cabezas como las de nuestros cabezudos mirarán por las ventanas cuando alguien se las ponga. El proyecto tendrá una estética innovadora, pero a la vez será tradicional por la forma de construirse las máscaras y las grandes cabezas.
Esta obra, como ya se ha comentado, es un trabajo colaborativo, característica muy apreciada por la organización del Burning Man. Pero además cumple otra premisa solicitada por este festiva que es la participación. En efecto, además de permitir que cualquier persona se ponga las grandes cabezas para formar parte de la falla, también será posible entrar dentro de ésta.
Renaixement es uno de los siete proyectos que ha becado Burning Man este año, y supone una promoción internacional de la fiestas de las Fallas con gran envergadura. Esto es así porque dicho festival estadounidense es uno de los más importantes en cuanto a arte contemporáneo y lo siguen millones de personas en todo el mundo.