Ir a la playa a tostarse al sol… y encontrarse con una falla (y sin protección solar). Eso es lo que le ha pasado a los bañistas de Cullera al encontrarse en el Paseo Marítimo con la II Feria Fallera organizada por la Falla Passeig-Mercat.
Tras el éxito de la primera experiencia el verano pasado, la Falla Passeig-Mercat inauguró ayer la II Feria Fallera Ciudad de Cullera, la cual tendrá lugar en el Paseo Marítimo de dicha ciudad, delante del edificio Arensol. El objetivo de la misma es que los miles de visitantes que recibe la ciudad en estas fechas conozcan la fiesta de las Fallas, lo cual intentarán con stands con objetos falleros, bailes tradicionales valencianos, degustación de arroces, pasacalles, muixeranga, puestos comerciales y hasta una falla realizada por el artista Pere Baenas.
Ayer por la tarde, después de la inauguración, ya se pudieron ver pasacalles de falleros y falleras promocionando la feria, así como bailes valencianos a cargo del grupo de baile de la Falla Passeig-Mercat. De cena hubo degustación de arroz a banda, para después amenizarse la noche con una cantante. Hoy han vuelto el pasacalle y los bailes regionales, pero de cena se sirvió paella, que sirvió de aperitivo para la discoteca móvil. Mañana tendrá lugar el concurso de charangas desde las 18 horas, para seguir a las 20 horas con la firma de libros por parte del escritor Joaquín Camps, quien dedicará ejemplares de su última obra La última confidencia del escritor Hugo Mendoza. A las 21 horas volverá la degustación de paella, y a las diez de la noche empezará el espectáculo del concurso de charangas.
El último día, el domingo 9 de agosto, se repetirán los pasacalles a la misma hora, y a las 20.30 habrá espectáculo de muixeranga a cargo del grupo Muixeranga de Cullera. A las 21 horas se quemará “virtualmente” la falla, finalizándose la feria con una degustación de torrada de carne a partir de las 21.15 horas.
Acabará así esta “falla de verano”, a la espera de que se plante la que todos los años hay en la playa de Puzol gracias a la Falla La Marjal.
Fotos: Roberto Elías
