Más difusión y protección de las tradiciones, entre otras ventajas, es lo que tiene ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Esto se afirmó en la mesa redonda celebrada por el Casal Bernat i Baldoví.
La declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO está siendo ventajosa para las fiestas valencianas que la tienen. Así quedó claro en la mesa redonda que, organizada por la asociación Casal Bernat i Baldoví y moderada por su presidente, Óscar Rueda, se celebró el pasado miércoles en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Colón (Valencia).
Los representantes de la fiesta de la Mare de Déu de la Salut (Algemesí) y del Misteri d’Elx, Julio Blasco y Joan Castaño respectivamente, destacaron la mayor difusión, protección y reconocimiento de sus fiestas desde que tienen esa distinción, así como la obligación que tienen de no desvirtuar la tradición porque podrían perderla. Por su parte, Daniel Sala, cronista del Tribunal de las Aguas, calificó como “sello de calidad” la categoría otorgada por la UNESCO y afirmó que abría puertas a ayudas institucionales.
Dos de los encargados del expediente enviado a la UNESCO para lograr que las Fallas sean Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, Javier Mozas y José Martínez, aclararon que dicho informe está enfocado para destacar los elementos de la fiesta que objetivamente son un valor añadido y único de la misma, que pueda estar en peligro de desaparición si no se protege. Por ejemplo, el propio monumento fallero, la poesía de los llibrets, el tro de bac, la indumentaria tradicional, la integración de la fiesta o la democracia interna de la misma. No entrarían aspectos lúdicos como los playbacks o los concursos de paellas, por ejemplo. La tramitación se ha completado para optar a la mencionada declaración de la UNESCO en 2016 por parte de España, pero en el coloquio se insistió en que las fuerzas políticas deben seguir apoyando la candidatura.