El Ayuntamiento de Valencia decidió ayer eliminar el organismo autónomo Junta Central Fallera. Su decisión ha venido motivada por la necesidad de recortar gastos, unida a las críticas que ha tenido su gestión en los últimos años.
El órgano rector de las Fallas de Valencia, Junta Central Fallera, es la última víctima de las políticas de recortes del Ayuntamiento. Tras hacer números en el consistorio, han pensado que los más de dos millones de euros de presupuesto que estaban asignados a Junta podrían dedicarse a otras partidas más urgentes como la finalización de las obras del edificio municipal. Esta supresión implica, entre otras cosas, la cancelación de todas las mascletades de la plaza del Ayuntamiento de 2014 así como de las exaltaciones de las falleras mayores de Valencia, además de un ERE de extinción a todo el personal que acabará en la calle con cero euros de finiquito, ya que no cobran salario. Asimismo, también supondrá el desalojo de edificio de Monteolivete como sede de dicho organismo autónomo, del cual se habló que pasaría a ser sede un conocido partido político, pero al haber sido cárcel antiguamente lo han rechazado porque le daba malas vibraciones a algunos de sus militantes.
Los pocos falleros que se han enterado de esta noticia han tenido opiniones dispares. Algunos se alegran y piensan que con la desaparición de Junta Central Fallera podrán aprovechar para crear una federación de fallas en Valencia y gestionarse por fin autónomamente. En cambio, otros piensan que es un error porque creen que la fiesta se convertirá en un caos y será mucho menos espectacular por la falta de los fondos municipales. Por su parte, Francisco Lledó, concejal de Ferias y Fiestas del Ayuntamiento de Valencia, afirma que es una decisión difícil pero acertada y que se va a Punta Cana de vacaciones, aprovechando el desahogo.
Efectivamente, es una inocentada. ¡Inocentes, inocentes!