En las charlas de “Les Falles a la Nau” se ha dicho que eso de depender las fallas del ayuntamiento está más caducado que el Charleston, pero en Valencia quieren autonomía aunque sólo un poquito.
Los falleros pueden autogobernarse democráticamente, no sólo gestionar la fiesta. Es una de las ideas clave que surgió del primero de los coloquios que con el título “El gobierno de las fallas” se han realizado el martes y miércoles de esta semana, organizados por la Associació d’Estudis Fallers (ADEF) i el Fòrum de Debats de la Universitat de València. En esta primera sesión se habló de los diferentes modelos organizativos de las Fallas que hay actualmente en Xàtiva, Borriana y Torrent, con la moderación de la periodista Montse Català.
En Xàtiva, las Fallas dependen política y económicamente del ayuntamiento, como explicó José Manuel Benet, quien fue presidente de la Junta Local Fallera de esta ciudad. Ahora bien, matizó que el presidente de este organismo lo designa el consistorio en los últimos años porque aunque los falleros pueden elegirlo, no sehan presentado candidatos. También comentó que este modelo está anticuado y hay que buscar otro más democrático, que puede dar resultado porque en años que los falleros han gobernado autónomamente, el presupuesto de la Junta Local se ha duplicado porque encontraron nuevos recursos económicos.
Por otro lado, Josep Nos, presidente de la Federació de Falles de Borriana, explicó que en esta localidad hay un modelo mixto, con una Junta Local controlada por el ayuntamiento y una federación donde deciden los falleros democráticamente. Aseguró que no hay conflictos de relevancia entre ambos organismos, pues el político consigue visibilidad social y los falleros se dedican a resolver los problemas de las Fallas. Añadió que mientras el político no quiera imponerse y estén definidos los campos de Junta y Federación, no hay conflictos.
En cuanto a Torrent, Ferran Martínez, que fue directivo de la Junta Local Fallera, comentó que éste es un organismo autónomo municipal, y que por tanto el ayuntamiento lo controla. Apunta que se llegó a plantear la creación de una federación de fallas, pero finalmente no se hizo. Por otro lado, señaló que los jóvenes no se implican en las Fallas y que con el modelo organizativo de Junta Local, los falleros se dedican a gestionar y no a gobernar, que es lo importante., mientras los directivos de este organismo se dedican a inaugurar “saraos” y a acompañar a las falleras mayores.
Ya en la segunda jornada, centrada en la situación de la ciudad de Valencia, representantes de las Fallas reclamaron más autonomía de los falleros en Junta Central Fallera, pero sin desvincularse orgánicamente del ayuntamiento y con un presidente elegido por los falleros.
Uno de los intervinientes, José Antonio Marco, fallero de Santa María Micaela-Martín El Humano, consideró que el actual modelo de gestión en Valencia está demasiado vinculado al poder político, aunque también dudó que una federación global en Valencia funcionara tan bien como en Gandía porque no es lo mismo gestionar 23 comisiones que 386.
Por su parte, Lluís Mesa, presidente de la Falla Universitat Vella, recordó y defendió el modelo cooperativo de aquel Comité Central Fallero que funcionó en los años 20 y 30, precedente de la actual Junta Central Fallera. Sin embargo, veía bien conservar la parte públicoadministrativa con el ayuntamiento.
Tampoco aconsejaba que la fiesta la llevaran los falleros José Luis Font Barona, abogado y fallero, pues entonces el ayuntamiento no tendría por qué aportar fondos en ella. Además, una federación de fallas tendría desventajas en la responsablidad jurídica y económica. Por ello, también abogó por una Junta Central Fallera más desvinculada del poder municipal. En otro orden de cosas, propuso que este organismo registrara las marcas propias de la fiesta para conseguir ingresos de patrocinios y convenios privados.
Por su parte, Sofía Parra, presidenta de la Falla San Vicente de Paúl-Diputada Clara Campoamor, estaba de acuerdo en que los falleros eligieran su presidente y que este cargo no lo ocupe un concejal, aunque también se plantó si los falleros están o no preparados para ello. Lo dijo porque en las asambleas de presidentes se suele pitar al que interviene en los debates.
Esta novena edición de Les Falles a la Nau ha tenido la colaboración del Gremio Artesano de Artistas Falleros, la Interagrupación de Fallas de Valencia, la Unión de Agrupaciones del Cap i Casal, la Universidad Politécnica de Valencia y el Museo Valenciano de Etnología.