Dale que te pego a la brocha había unos 20 pintores en los alrededores de la plaza del Pilar, convocados por la comisión en un día cultural que también tuvo un desfile de indumentaria valenciana… y algún que otro vecino protestón.
Los artistas, procedentes de las comarcas centrales, empezaron a partir de las diez de la mañana a ocupar diversos rincones del barrio de Velluters. Su intención era plasmar en sus lienzos algunos de sus rincones y edificios más emblemáticos, como la fachada del Colegio de Arte Mayor de la Seda, la actual biblioteca pública de la calle del Hospital y la plaza del Pilar, lugares donde la comisión fallera había situado unos carteles explicando su historia. Sin embargo, la mañana no empezó bien porque una denuncia vecinal, supuestamente por la música ambiental que pusieron los montadores del escenario para el desfile, trajo a una patrulla de policía que por un lado avisó a los pintores de que necesitaban una licencia para pintar en la calle (la había, pero sólo para la plaza del Pilar), y por otro multó uno de los vehículos que traían material para el montaje comentado. En vista de la situación, algunos pintores decidieron trasladarse a la plaza, no sin antes quejarse algunos de que en otras partes del mundo reciben facilidades para su trabajo, al contrario que en Valencia. El incidente dejó un mal sabor de boca a los falleros, ya que consideraron que su iniciativa cultural no generaba molestias a nadie -ni la música estaba alta, ni los pintores estorbaban en sus rincones-, y menos un domingo a horas nada madrugadoras de la mañana.
A pesar de todo, la actividad pictórica siguió en la calle Roger de Flor, la biblioteca pública, el Colegio de Arte Mayor de la Seda y en la plaza del Pilar, lugar donde había un mayor número de artistas por las circunstancias. Caballetes, lienzos y pinturas se situaron en dichos lugares del centro de Valencia para plasmar artísticamente lo que consideraron más interesante de Velluters. Y como no se puede trabajar con el estómago vacío, la Falla Plaza del Pilar les ofreció almuerzo.
Y tras la pintura, sobre la una tuvo lugar el desfile de indumentaria valenciana en el mismo lugar donde se planta la falla, en el cual se pudieron ver trajes de la firma Pinazo y Burlay. Por la pasarela se pudieron ver cómo los lucían los representantes de la comisión para 2014, Luz García Martínez y Carla y Alex Pérez López. Concluía así una mañana en que la Falla del Pilar hizo su barrio un poco más artístico.