La crisis de las Fallas ya parece una crisis de pareja. Cada vez más voces piden un nuevo Congreso Fallero para definir nuevas normas para los falleros, y hasta algunos quieren el divorcio de Junta Central Fallera y el Ayuntamiento de Valencia. Todos los partidos políticos coinciden en que se hará “lo que quieran los falleros”, aunque la alcaldesa, Rita Barberá, dice que “no es lo más conveniente con todo lo que el Ayuntamiento asume”.
En las últimas asambleas de presidentes han aparecido voces discordantes con el funcionamiento de Junta Central Fallera, en el sentido de que piensan que este organismo no está defendiendo correctamente a los falleros ante los diversos problemas que han ido surgiendo últimamente (un ejemplo bastante serio es la subida del IVA al monumento del 8% al 21%). Aunque de momento no son mayoría, ya ha habido presidentes que han solicitado modernizar el Reglamento Fallero, norma máxima de las fallas adscritas a Junta. Por ese motivo, hay movimientos para convocar un nuevo Congreso Fallero que permita modificarlo, aunque hay presidentes que piensan que puede hacerse sin este paso.
Dentro de los cambios en el Reglamento Fallero, hay opiniones de que debería separarse la condición de político de la de presidente de Junta Central Fallera, o en otras palabras, de hacer independiente este organismo del Ayuntamiento de Valencia. Ello viene motivado por el hecho de que como el presidente de Junta es un concejal, hay veces en que toma decisiones más de tipo político que en apoyo a los falleros. En este sentido, Rita Barberá declaró a Las Provincias que no sería conveniente esa independencia del consistorio “con lo que éste asume” y que se queda con la posición de su concejal de fiestas, Francisco Lledó, que dijo que consultaría este asunto a los falleros.
En respuesta a esa declaración de la alcaldesa, Compromís ha comunicado que está trabajando en un Plan Estratégico para las Fallas que podría ser una guía para un eventual Congreso Fallero. Además, el grupo político reclamó a Francisco Lledó , Presidente de Junta Central Fallera, que “habilite sin miedo los mecanismos democráticos de consulta para conocer la opinión del mundo fallero sobre la conveniencia de esta convocatoria”. Por otro lado, Pilar Calabuig, del PSPV-PSOE, declaró en Onda Fallera que desde su partido respetarían la celebración de un nuevo congreso y la hipotética salida del Ayuntamiento por parte de Junta Central Fallera, “pero con todas sus consecuencias”. En el mismo programa radiofónico, Roberto Ruiz, vocal de Izquierda Unida en el consejo rector de dicho organismo, opinaba que todo esta polémica era una maniobra política para captar votos.